martes, 14 de febrero de 2012

Inclusión del profesor de educación secundaria en la enseñanza de la reanimación cardiopulmonar básica (RCP) en los centros educativos


La parada cardiaca (PCR) prehospitalaria exige por parte de la administración y de los profesionales sanitarios un esfuerzo en el desarrollo de medidas de prevención y de actuación precoz, debido al número de casos y a las consecuencias dramáticas tanto humanas como económicas que conlleva.

En nuestro país, la reanimación realizada por testigos previa la llegada de los servicios de emergencias ocurre en menos del 15% de los casos, bien por desconocimiento, bien por temor a causar daños o a contagios.
La mortalidad es cercana al 100% si no se inician maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) antes de los 10 minutos desde el colapso.

La divulgación de los conocimientos de reanimación cardiopulmonar (RCP) puede abordarse desde distintos enfoques en función de las personas a las que vaya dirigido (grupos de riesgo y sus familias, trabajadores en contacto con el público general, azafatas, dependientes, personal de seguridad, etc.).
Desde la perspectiva y experiencia enfermera se piensa que la forma más eficiente de conseguir un gran número de potenciales reanimadores en nuestras calles es incluir los conocimientos de reanimación cardiopulmonar (RCP) básica en el contenido curricular de los alumnos de secundaria.
La capacidad de los alumnos de estas edades para realizar maniobras de reanimación básica de calidad, es decir de acuerdo con los estándares ILCOR (International Liaison Committee on Resuscitation), está fuera de toda duda.

Para conseguir este número de “reanimadores” se hace indispensable la integración de estos contenidos en el currículum de educación secundaria y especialmente la adopción del rol de instructor de reanimación por parte del docente de educación secundaria en el llamado proyecto IRES (Instructor de Reanimación de Educación Secundaria) .

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